Existen diversos tratamientos que utilizan elementos naturales para generar mayor bienestar en el organismo. Uno de ellos es la reflexología facial, un conjunto de técnicas que trabajan desde un enfoque holístico, que aportan muchos beneficios. En el blog de hoy profundizaremos en todas sus propiedades y su importancia en la salud en general. Así que, sigue leyendo o aprende de manera profesional del tema con nuestra Maestría en Reflexología.
Índice de contenidos
¿Qué es la reflexología facial?
Es un moderno método terapeútico que consiste en la estimulación facial de forma natural. Utiliza terapias en las que se trabajan trastornos, dolores musculares, padecimientos esqueleticos, entre otras cosas.
La reflexologia facial se ha influenciado de gran manera de la medicina oriental, la cual comprende el funcionamiento del cuerpo como un todo. Esto incluye la mente y el estado emocional.
Existen diferentes tipos de reflexología, según la parte del cuerpo en el que se enfoque. Por lo tanto, podemos encontrar:
- Reflexologia podal
- Reflexologia en la piel
- Reflexologia acra
Beneficios de la reflexología en el rostro
Es una disciplina que tiene el objetivo de tratar y revertir dolencias, trastornos y mejorar las funciones de los órganos del cuerpo. Todo ello mediante el uso de elementos naturales en el rostro, aplicados en terminaciones nerviosas ligadas a los mecanismos de los órganos.
Bajo esta idea, se estimulan los canales energéticos de la cara para liberar sustancias bioquímicas. Así, se fortalece la respuesta inmune del organismo y se gestiona mejor el dolor.
Otro de los beneficios de la reflexología facial es que reafirma los músculos faciales y minimiza las arrugas. También, aumenta la circulación de la sangre, provocando un cutis natural y radiante. Además, alivia toda la tensión en la cara y el cuello.
¿Cómo se aplica la reflexología facial?
El tratamiento se hace a través de la presión de ciertas zonas de la cara y el cráneo. Cada punto a presionar debe tener una relación concreta con el sistema neuromotor y neurovegetativo. La pulsación tiene el objetivo de liberar neurotransmisores y endorfinas que actúan en el funcionamiento orgánico del organismo. Gracias a esto se equilibra y estabiliza.
Lo primero que hay que hacer es un análisis facial para tener una idea de la salud del paciente. A partir de esto se determina el tratamiento más adecuado. Según el caso, la sesión puede durar una hora u hora y media, y suele prolongarse unos 2 o 3 meses. Las sesiones se hacen una vez a la semana.
Básicamente, se divide el tratamiento reflexológico facial en tres fases: la fase inicial o de contacto, en la que aplicaremos la secuencia general, la fase de valoración y tratamiento, y la fase de relajación.
En la fase de relajación se hacen las manipulaciones de calma. Para terminar, es recomendable poner las manos apoyadas suavemente en la cara, tapando los ojos, sin presionar. Se mantiene unos minutos esta posición para generar una relajación general.
¿Qué productos naturales se usan en reflexología?
Antes de casa sesión se aplica un aceite natural de rosa mosqueta, aceite de oliva u otro extraído en frío. Después, el reflexólogo ejercerá una presión suave en dichas zonas de la cara que lo necesiten. La intención es desbloquear energéticamente los nervios y el flujo de impulsos nerviosos y de la circulación sanguínea.
Se dice que un bloqueo del organismo se puede percibir cuando se crea un cúmulo de fibras en el nervio que impide la correcta circulación.
Dada la sensibilidad de los puntos de la reflexología facial, la manipulación se hace con herramientas como el palpador facial, deslizadores cilíndricos, y esferas deslizantes. Igualmente, para realizar una intensidad más leve puede usarse la fricción del dedo corazón sobre el índice. O la fricción con el pulgar, arrastrando con los cuatro dedos o raspado con un raspador.