Como sabrás, la función principal del sistema muscular es dotar al cuerpo de movimiento. Y es tan importante moverse, que el cuidado, respeto y tratamiento muscular es fundamental para mantener su buen estado. Lo que quizás no sabías es que la naturopatía es un buen recurso para tratar afecciones o dolores musculares, aunque para su aplicación, primero es básico conocer bien aquellos aspectos relacionados con la musculatura. Por ello, hoy definiremos el sistema muscular, las características de su fisiología y los aspectos más importantes de este. ¿Te interesa? Si es así, presta atención a este artículo, y si lo que quieres es especializarte en anatomía y fisiología humana en el terreno de la medicina alternativa puedes hacerlo con nuestra Maestría Internacional en Naturopatía.
Índice de contenidos
¿Qué es el sistema muscular?
Cuando hablamos del sistema muscular, nos referimos a todo el conjunto de músculos que forman el cuerpo humano, su función es crucial para el organismo. Antes decíamos que fundamentalmente, son los responsables del movimiento corporal, y así es, dan movilidad a los huesos, órganos y otras estructuras.
Los músculos, nos permiten multitud de posturas y aportan firmeza al esqueleto. Proporcionan estabilidad, agilidad y asimismo definen parte de la forma de la persona. Por otro lado, producen energía térmica y, también son protectores de varios órganos.
Características de la fisiología muscular
La fisiología muscular, es la encargada del funcionamiento del tejido muscular y gracias a ella se produce el movimiento.
El músculo funciona porque tiene unidades motoras, un grupo de fibras nerviosas en el tejido. Es decir, todos los movimientos del cuerpo se deben a contracciones y relajaciones de dicho tejido.
La movilidad muscular se genera de manera voluntaria o involuntaria. Quien coordina la contracción y relajación del sistema muscular, es el sistema nervioso.
¿Cómo se divide el sistema muscular?
En la división del sistema muscular del organismo, se distinguen generalmente tres tipos de músculos:
- Esqueléticos
- Lisos
- Cardíacos
Músculos Esqueléticos
También conocidos como músculos estirados, son los que junto a los huesos componen el aparato locomotor. Así pues, corresponden a aquellos que están unidos al esqueleto por puntos de unión, como los tendones u otros tejidos y funcionan para dar movilidad al cuerpo. Otra de sus características es que se pueden controlar por voluntad.
Son más de 600 músculos esqueléticos que representan alrededor de la mitad de la masa corporal y varían según su tamaño y forma. Podemos categorizarlos por zonas:
- Cabeza y cuello
- Hombro y extremidades superiores
- Espalda y tórax
- Músculos del abdomen
- Glúteos y pelvis
- Cadera y extremidades inferiores
Músculos Lisos
Son los que permiten movimiento a los órganos internos. Su movimiento es involuntario, obedecen al sistema nervioso autónomo, sin que uno mismo pueda apreciarlo.
Los ejemplos de algunas estructuras de los músculos lisos se encuentran en paredes de los vasos sanguíneos, vejiga, intestinos, ojos, estomago o tracto respiratorio.
Músculo Cardíaco
Cómo se puede deducir por su nombre, el músculo cardíaco es el que compone el corazón. Este se mueve de forma involuntaria y tiene la responsabilidad, a través de su bombeo, de la circulación sanguínea alrededor de todo el cuerpo.
¿Cuál es la importancia de los músculos?
El sistema muscular es fundamental para realizar todas las actividades de nuestro día a día. Sin él no podríamos vivir.
Además de proporcionarnos estabilidad y movimiento, como hemos visto, los músculos participan en procesos del metabolismo corporal vitales. Permiten la circulación sanguina, la digestión, gesticular y hablar.
Básicamente, la musculatura que compone al cuerpo humano es importante para mantener nuestra postura, movernos, sonreír o hacer actividades diarias. También interviene en diversos procesos metabólicos del cuerpo y hay varias enfermedades que están relacionadas con una masa muscular demasiado baja. Muchos estudios científicos han determinado la relevancia que tienen los músculos en la salud y esta es una de las razones por las que se empieza a considerar la masa muscular como un signo vital más. Es decir, como la glucosa en sangre, la presión sanguínea y el ritmo cardíaco.