La terapia acuática o hidroterapia es un tratamiento usado por la fisioterapia que aporta muchos beneficios a las diversas enfermedades y lesiones del aparato locomotor. Existen diversas ventajas y bondades del uso de esta terapia, por esa razón, hoy hablaremos de los factores que hacen de ella una herramienta ideal. Así que, sigue leyendo o consulta nuestra Maestría en Masaje Deportivo para aprender más del tema.

¿Qué cura la hidroterapia?

La terapia acuática es el uso del agua como aspecto terapéutico en cualquier estado, forma o temperatura. Es una disciplina que se engloba dentro de la naturopatia, fisioterapia y medicina y se define como la ciencia de prevenir y tratar lesiones por medio del agua.

En sus diversas aplicaciones, la hidroterapia se usa como una herramienta para el tratamiento de diferentes patologías. Estas pueden ser  traumatismos, enfermedades reumáticas, digestivas, respiratorias o neurológicas.

Hay que tener en cuenta que esta ciencia usa procedimientos capaces de cambiar el estado del organismo y que emplea el agua como intermediario directo. Su aplicación es recomendada por profesionales, ya que al igual que puede tener resultados positivos, puede resultar peligrosa si no se trata con indicaciones precisas.

¿Cómo se aplica la terapia acuática?

Hay diferentes formas de aplicar la terapia acuática y cada una de ellas responde a un problema o necesidad específica. No obstante, todas actúan sobre el sistema circulatorio y utilizan el agua caliente para dilatar los vasos sanguíneos superficiales favoreciendo la circulación. También se usa el agua a baja temperatura para contraer los vasos favoreciendo la circulación sanguínea interior. Además, genera una disminución del dolor, elimina toxinas, aumenta la circulación del oxígeno y proporciona una mayor relajación.

A continuación, te mostramos los métodos más comunes de aplicación de la hidroterapia.

Baños hidroterapeuticos

Con este método, el cuerpo o una parte de él se sumerge en el agua que puede estar a distintas temperaturas dependiendo del problema a tratar. También, todo dependerá de las características personales de cada individuo, la duración y otras variables que el terapeuta profesional considere. Igualmente, según la técnica que se aplique hay diferentes modalidades: baños de remolino, bitérmicos o de vapor.

Terapia con duchas

El cuerpo no se sumerge sino que recibe el roce del agua a través de una manguera con ducha. Hay diversas clases duchas según la función de la presión que ejerce el agua sobre el cuerpo que se aplica en forma de lluvia, y la temperatura.

También, se hace con duchas a chorro con un solo orificio que cambian según la función de la presión y la temperatura.

Hidroterapia con envolturas

Se cubre el cuerpo con un tejido poroso, a diversas temperaturas o grados de humedad, para evitar que el cuerpo se enfríe. Hay diferentes clases de envolturas: húmedas o secas, frías y calientes. A estas se les pueden agregar algún tipo de barro o fango a la envoltura para aumentar los efectos curativos.

Beneficios de la hidroterapia

Es fácil deducir los numerosos beneficios que se obtienen de la terapia acuática. Lo más favorable de este tratamiento es que mejora la respiración, la circulación sanguínea y produce un efecto de relajación muscular y mental.

Asimismo, produce un efecto analgésico gracias a la vasodilatación y el efecto de relajación. Así, disminuye las contracturas musculares y contribuye a reducir el impacto de los movimientos en las articulaciones.

Por otra parte, contribuye a mejorar el sistema inmunológico, favorece el equilibro, aumenta la fuerza muscular y facilita los movimientos del cuerpo.