¿Alguna vez has escuchado que consumir lácteos fermentados contribuye a sembrar bacterias beneficiosas en el intestino? Todo ello ocurre porque dichos productos cambian la flora intestinal sustituyendo microorganismos malos por útiles. Estos son conocidos como probióticos naturales y son esenciales en nuestra alimentación. Descubre las razones de ello en nuestro blog, o en nuestra Maestría Internacional en Nutrición.

¿A qué nos ayudan los probióticos naturales?

Básicamente, los probióticos se componen de bacterias o levaduras buenas que viven naturalmente en su cuerpo. Estas ayudan a eliminar las bacterias que dañan el organismo, y proporcionan el equilibrio natural de nuestra flora. También, ayudan a mejorar los siguientes aspectos:

  • El tránsito intestinal, equilibrando la flora, y por lo tanto, el estreñimiento y la diarrea.
  • Previenen resfriados.
  • Combaten los efectos secundarios del tratamiento con antibióticos.
  • Mejoran los problemas digestivos, el síndrome de colón irritable y los síntomas de la intolerancia a la lactosa.
  • Reducen la frecuencia de infecciones genitourinarias.
  • Disminuyen la aparición de caries.
  • Previenen la dermatitis atópica.
  • Ayudan al correcto funcionamiento del hígado y lo mantienen sano.
  • Mejoran el metabolismo de la glucosa y las grasas.

¿Dónde encontrar probióticos naturales?

Además de encontrarlos en los preparados comerciales, también están en las bebidas naturales, como el té kombucha o la bebida de kéfir. Incluso, en los alimentos como el yogur, las aceitunas, el queso crudo sin pasteurizar, el chucrut, el miso o en las algas espirulina, chorella o kombu. Algunos productos orientales que llevan soja como base de su preparación también contienen probióticos.

Te recomendamos que el probiótico natural lo ingieras una vez al día y de ser posible sin bebidas calientes, ya que se moriría y anularía su efecto. De igual forma, si vas a tomarlos asociados a un antibiótico, deberás esperar dos horas entre la ingesta y el antibiótico, ya que el medicamento atacaría la bacteria viva buena.

El intestino como segundo cerebro

Esta claro que llevar una dieta equilibrada y saludable ayuda a disminuir el estrés. Así, si añades probióticos naturales mejorarás la conexión entre el cerebro y el intestino. Además, las bacterias buenas de estos alimentos ayudan a reducir la ansiedad y eso se refleja en un mejor estado de ánimo.

No obstante, el intestino es conocido como el segundo cerebro porque el 70% de nuestras células inmunitarias viven en él. Esto hace que la salud de este órgano sea fundamental para la prevención de infecciones genitourinario, patologías diversas de colon y prevención de diarreas por tomar antibióticos.

Consumir probióticos de manera habitual y siguiendo las pautas e indicaciones de un profesional contribuye a mejorar tu salud en todos los sentidos. Además, los alimentos que contienen probióticos suelen tener pocas calorías, esto te ayudará a mantener tu peso ideal. También, permiten que los incorpores a una dieta baja en calorías si quieres entrar a un proceso de adelgazamiento.